domingo, 3 de octubre de 2010

Como sí sentirse solo no fuera suficiente,
además, tienes que caminar entre robots asesinos y fríos,
entre puestos de basura y amarillismo...
como si no fuera sufieciente sentirse sólo.

Entonces me queda claro que la única sensación que encuentro en mi
es la de un vacío tremendo entre el amor, el odio, la desesperación, la ausencia
y mil y un más emociones...

sin embargo aunque sé que cuento con todo esto, no puedo llenar ese enorme vacío
que pareciera nunca terminar, ¿y si no lo hace?, ¿y si no desaparece nunca?

Una mujer blanca con ojos grandes me está mirando, lleva una gran capucha blanca,
toda ella es fría, lo que mas percibo son sus ojos y sus labios rojos, ¿podrían ser morados?
casi, sí, casi lo son.
Me mira como si nunca hubiera visto una persona como yo, ¿cómo soy yo?; no lo sé,
o tal vez sí, pero realmente quizá no quiero saberlo, tampoco quiero afirmarlo,
simplemente quiero evadir, olvidar lo que creo entender soy
tampoco quiero llorar, ya no más,
entonces soy pequeña, aún pequeña, aun una nena
sí, puede ser
una nena que no quiere ver la realidad, ni abrir los ojos para darse cuenta de que finalmente
la soledad está ahí, siempre está.
Como si esa mujer fuera la misma persona de la que he estado huyendo,
de mi misma, de daniela itzel, ITZEL, jaimes... ¿padilla?, aún dudo de ese...
ella me aguarda con la imagen en la mano, una imagen blanca sin absolutamente nada que decir
y todo que escribir

quizá me hace falta no pretender escribir nada y tal vez simplemente comiencen a aparecer trazos verdaderos, reales y llenos de esperanza.

¿quién dijo que no creía en la esperanza?
¿el verde es mi color favorito o no?